Festejo va, festejo viene, Susana y Huberto posaron mientras vivían su tórrido romance entre aguas cristalinas y paisajes paradisíacos, y hasta rememoraron la clásica entrada al hotel post fiesta de Casamiento...
No dudaron en mostrar como estaban repimporoteando cual tortolitos adolescentes y mostrar al mundo su amor
Y para terminar coronaron la tarde con un Shampein Shauers ochentoso que seguro sería la envidía de Charlote
en el 88 ya tenia carnaza colgando en los brazos
ResponderBorrarAhhh que tiempos aquellos!!
ResponderBorrarDespues el Huber le hizo tragar shampein amargo a esta colgada...
Me acuerdo del casamiento,se casò con todo ,¿realmente ella pensaba que el tipo la amaba? Què boluda,jajaja...
ResponderBorrarel champene en el agua tiene una onda lluvia dorada. agradable.
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